Varkala: 08.08.09 - 11.08.09
Kerala, el primer estado del mundo en votar a un gobierno comunista, el cual ha logrado que éste sea el estado con mayor índice de alfabetización del país, y eso se nota, ya que la mayor parte de los lugareños saben inglés, además de su idioma propio y de hindú. Pero no sólo es la facilidad de comunicación la que atrae a los turistas a este lugar, sino que además hay que reconocer que es un estado bastante próspero, cuidado, y "limpio", por lo que es casi un descanso del bullicio general de la India.
Varkala era hace unos años un pequeño pueblo de pescadores en el que han ido apareciendo más y más guest houses a lo largo de sus rojos acantilados ya que la cercanía de estas playas al aeropuerto internacional de Trivandrum hace que éste sea el lugar elegido por muchos turistas (incluídas familias con niños) para pasar sus vacaciones, sobre todo en navidad, temporada alta en la que al parecer es incluso difícil encontrar alojamiento.
La verdad es que se está muy a gusto en este lugar: playita de arena amarilla y negra, olas gigantes con las que jugar, montones de pequeñas tiendas donde comprar ropa u objetos de cualquier lugar de la India (ya que hay rajastanis, kashemiris, tibetanos...), sastres que usando sus telas (algodones y sedas de diferentes colores) te copian el modelo que quieras, restaurantes de todo tipo en los que hay comida western-friendly (es decir que si estás harto de las especias te puedes tomar una lasagna aunque lo mejor del lugar es el marisco que los pescadores traen cada mañana) y alojamiento a gusto de todos, desde bungalows de lujo hasta casas familiares reformadas para hacer de ellas un guest house.
Un ambiente tranquilo, relajado en el que desconectar y cuidarse ya que además en Varkala se puede hacer yoga y se ofertan todo tipo de tratamientos de belleza ¡depilación incluida! cosa normalmente difícil de encontrar pero que aquí además es de buena calidad. Ah y no olvidemos los famosos masajes, especialmente el ayuvérico que nació en Kerala y que debo reconocer que me defraudó un poco ya que simplemente consiste en untarte de aceite desde la cabeza hasta los pies, 1h frota que frota sin meter los dedos en los músculos, así que vale relaja un poco pero creo que no compensa el olor a ese aceite que se te impregna en el cuerpo y pelo y del que no te puedes desprender en varios días...
En la playa principal hay 2 vigilantes, los cuales delimitan el trozo de mar en el que los occidentales se pueden bañar mientras ellos echan un ojo por si ocurriera algo, ya que las aguas son bastante bravas, y de vez en cuando hacen sonar el silbato para avisarte que te has metido demasiado adentro o que te has salido de los límites. Lo curioso es la división de la playa, ya que a un lado del vigilante están los occidentales bañándose y al otro se encuentran las familias hindúes, que no se adentran en el agua más que hasta las rodillas ya que no saben nadar y, por supuesto, hacen ésto completamente vestidos, así que mientras las mujeres con sus saris juegan con el agua, los hombres se rompen el cuello mirando a la zona de las turistas en sus bikinis...
Curiosidades:
Resulta curioso el hecho de que muchas familias vienen a Varkala a echar las cenizas de sus muertos al mar, por lo que al fondo de esta playa, sobre todo los domingos, se puede ver a varios brahman bajo unas sombrillas de colores, realizando rito tras rito con los familiares del muerto, quienes deben repetir las palabras del sacerdote, dar las vueltas que éste les indica, pasar las cenizas por el fuego sagrado, poner las bananas sobre su cabeza y lo que sea necesario, para finalmente acercarse a la orilla del mar donde lanzan las cenizas sobre las olas.
Costes: más adelante
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